martes, 12 de agosto de 2008

Tú que iluminas el universo ilumíname también a mí, y quita la venda de mis ojos para que yo vea el sol verdadero. Esta cubierto por un velo, sin embargo, en un mar de luz transluce en mi alma, ahora concededme verla en la imagen de la claridad y de la verdad pura deja que reconozca en su luz cuales son mis deberes y luego, terminado el viaje permíteme llegar al lugar sagrado y tu consuela del universo bríndame la fuerza para alcanzarla en realidad y tu, OH amor divino, acógeme en tus designios y mantén puro el rayo de mi fiel voluntad.